APRENDER A LEER ANTES DE IR A LA ESCUELA
por Horacio Krell (*)
Es crear un puente entre el juego, el cerebro y la cultura.
Leer temprano no es adelantar etapas, es ampliarlas
Cada vez más investigaciones en neurociencia, educación y psicología del desarrollo coinciden en algo que hace unas décadas sonaba disruptivo: los niños pueden aprender a leer antes de la escolaridad formal, siempre que el proceso sea lúdico, respetuoso, afectivo y guiado por un adulto significativo.
Autores como María Montessori, Lev Vygotsky, Jerome Bruner y más
recientemente Stanislas Dehaene muestran que los primeros años de vida son una ventana privilegiada para desarrollar habilidades lingüísticas, visuales, cognitivas y socioemocionales que luego sostienen el éxito lector.
Lejos del mito del ?forzamiento?, hoy sabemos que leer temprano no acelera la infancia: la expande.
1. La lectura temprana como práctica cultural
Alfabetizar no es un acto puramente biológico: es una construcción cultural. Como dice Paulo Freire, ?la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra?.
El hogar es el primer ecosistema cultural del niño:
? si se lee, el niño ve;
? si se narra, el niño escucha;
? si se escribe, el niño imita;
? si se juega con palabras, el niño se apropia del lenguaje.
Por eso, antes que un método, la alfabetización temprana es un clima.
2. El aporte del método ILVEM: lectura espontánea infantil
El enfoque de Lectura Espontánea Infantil de ILVEM propone algo simple y poderoso: acompañar al niño desde los 2 años para que descubra la lectura con naturalidad, como quien aprende a hablar.
¿Qué diferencia a este enfoque?
? Se apoya en principios de neuroeducación: plasticidad, multisensorialidad, memoria visual, atención sostenida.
? Trabaja con ambos hemisferios cerebrales: fonemas (sonido) + grafemas (imagen mental).
? Propone 7 etapas progresivas, desde la adaptación visual hasta la lectura de un primer libro ilustrado (DISI).
? Incluye ejercicios iniciales de escritura, abecedario táctil y reconocimiento temprano de patrones.
? Funciona con sesiones de 15 minutos diarios, sin presión y en clave de ?jugar a leer?. Acompañamiento al adulto
El método contempla algo crucial: el rol del padre/madre/educador.
Por eso incluye:
? Coaching experto,
? seguimiento semanal,
? y un kit pedagógico físico que facilita cada paso.
El adulto deja de ser espectador y se transforma en neuroeducador afectivo.
3. ¿Por qué funciona? Evidencias y autores
La ciencia respalda la alfabetización temprana cuando se hace bien.
Aportes claves
Stanislas Dehaene
Demuestra que el cerebro posee un ?área de la forma visual de las palabras? que se activa incluso en bebés expuestos precozmente a letras y sonidos.
María Montessori
Mostró que los niños de 3?4 años llegaban a la lectura espontánea mediante materiales sensoriales, juegos de fonética y letras móviles.
Vygotsky
Explicó que el niño aprende mejor con un adulto guía dentro de la ?zona de desarrollo próximo?.
Howard Gardner
Indica que la lectura temprana respeta múltiples inteligencias: lingüística, visual- espacial, kinestésica.
Carnegie Mellon y Harvard
Estudios recientes revelan que los niños expuestos a letras, sonidos y juegos fonológicos entre los 2 y 4 años desarrollan mejor memoria verbal, mayor atención y más rapidez en la decodificación al comenzar la primaria.
4. Ejemplos reales que ilustran el impacto
? Caso 1: Niño de 2 años y 8 meses que reconoce letras en carteles de la calle porque aprendió a asociar sonidos con formas.
? Caso 2: Gemelos de 3 años que ?juegan a leer? cuentos breves señalando
palabras que ya identifican.
? Caso 3: Una niña de 4 que, tras 6 meses de práctica ILVEM, lee su primer libro
ilustrado y empieza a ?escribir? su nombre en notas que deja por la casa.
? Caso 4 (clásico Montessori): Niños que piden leer al adulto porque descubren que decodificar palabras abre una puerta de autonomía, como vestirse solos o elegir juguetes.
Estos casos no son excepciones: son la demostración de un proceso natural cuando se lo acompaña bien.
5. Beneficios medibles
Los niños que viven experiencias de lectura temprana presentan:
Cognitivos
? Mejor desempeño al iniciar la primaria.
? Mayor capacidad de concentración.
? Memoria visual y auditiva fortalecida.
? Más velocidad para decodificar y comprender.
Socioemocionales
? Autonomía y autoestima intelectual.
? Vínculo afectivo con el adulto que acompaña.
? Relación positiva y duradera con la lectura.
Culturales
? Formación de hábitos lectores genuinos.
? Integración temprana al universo simbólico y narrativo.
? Base sólida para convertirse en ?hablantes plenos?: productores de textos, revisores, lectores críticos.
Conclusiones: leer temprano es sembrar futuro
1. La alfabetización empieza en el hogar, mucho antes de la escuela.
2. El juego es la forma natural del aprendizaje infantil, y desde ahí debe construirse la lectura.
3. Un adulto amoroso + un método claro = una experiencia poderosa.
4. Los beneficios son cognitivos, emocionales y culturales: dejan huella de por vida.
5. La lectura temprana no es para ?niños prodigio?: es para todos los niños, si se los acompaña con inteligencia, sensibilidad y constancia.
En síntesis: leer antes de la escuela no es adelantar pasos; es dar raíces más profundas para que el desarrollo posterior sea más libre, más sólido y más humano.
(*) Director de ILVEM. Mail de contacto horaciokell@ilvem.com o +5491180310301