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HABILIDADES BLANDAS EN LA ESCUELA SECUNDARIA

por Horacio Krell (*)



Se trata de una innovación curricular urgente para mejorar el rendimiento, la empleabilidad y el acceso a la universidad en la era de la inteligencia artificial


Introducción

La escuela secundaria atraviesa una crisis silenciosa que no se refleja únicamente en los resultados académicos, sino en la dificultad creciente de los estudiantes para sostener el esfuerzo intelectual, adaptarse a entornos exigentes y proyectarse con éxito hacia la universidad y el mundo laboral. Paradójicamente, esta crisis no se debe a la falta de contenidos, sino a la ausencia de entrenamiento sistemático en las habilidades que permiten aprender, pensar, comunicar y resolver problemas.

Mientras el sistema educativo continúa centrado casi exclusivamente en la transmisión de conocimientos, la inteligencia artificial avanza aceleradamente sustituyendo al ser humano en muchas de esas funciones. Hoy, memorizar información, resolver ejercicios rutinarios o reproducir definiciones ya no constituye una ventaja competitiva. Lo verdaderamente diferencial son las habilidades blandas: aprender con autonomía, comprender textos complejos, expresarse con claridad, organizar el estudio,

concentrarse y pensar estratégicamente.


El problema de fondo: un sistema que evalúa habilidades que no enseña.

Las escuelas secundarias evalúan comprensión lectora, memoria, capacidad de síntesis, expresión oral y escrita, pero rara vez enseñan cómo desarrollar esas competencias. Se asume que el alumno ?debería saber? estudiar, leer con eficacia o expresarse con claridad, cuando en realidad nunca recibió entrenamiento específico para ello. Las consecuencias son visibles:

? Bajo rendimiento académico pese a largas horas de estudio.

? Estrés, ansiedad y desmotivación frente a evaluaciones.

? Dificultades serias en el ingreso y permanencia universitaria.

? Dependencia creciente de clases particulares como solución reactiva.

A esto se suma un dato crítico: gran parte de las habilidades que hoy se enseñan en la escuela pueden ser ejecutadas más rápido y con mayor precisión por sistemas de inteligencia artificial. Si la escuela no redefine su rol, corre el riesgo de formar estudiantes competentes para un mundo que ya no existe.


La brecha entre secundaria, universidad y empleo

Los primeros años universitarios funcionan como un filtro brutal. No porque los contenidos sean inaccesibles, sino porque exigen habilidades que no fueron entrenadas previamente: leer grandes volúmenes de información, seleccionar lo relevante, estudiar con método, rendir exámenes orales y escribir con coherencia argumentativa.

En paralelo, el mercado laboral demanda cada vez menos acumulación de datos y cada vez más:

? Capacidad de aprendizaje contínuo.

? Comunicación efectiva.

? Pensamiento crítico y creativo.

? Autogestión, disciplina y adaptabilidad.


La escuela secundaria, tal como está estructurada hoy, no prepara de manera deliberada para ninguno de estos escenarios.


La propuesta: entrenamiento sistemático en habilidades blandas dentro de la escuela

Frente a este diagnóstico, proponemos la incorporación institucional de un programa estructurado de entrenamiento en habilidades blandas, integrado a la vida escolar mediante convenios de prestación de servicios bajo contrato.

Este enfoque no reemplaza los contenidos curriculares: los potencia. Al desarrollar las capacidades cognitivas y comunicacionales de los alumnos, mejora transversalmente el rendimiento en todas las materias.


El modelo se apoya en siete ejes fundamentales:

1. Lectura veloz y comprensión profunda, para multiplicar la capacidad de

estudio y reducir el tiempo invertido en tareas.

2. Memoria y mnemotecnia, enseñando técnicas concretas para retener

información de manera eficiente y duradera.

3. Métodos de estudio y organización, formando alumnos autónomos capaces de

planificar y gestionar su aprendizaje.

4. Oratoria y expresión oral, fortaleciendo la seguridad, la argumentación y la

comunicación en público.

5. Redacción académica y creativa, clave para el éxito universitario y

profesional.

6. Concentración y atención sostenida, en un contexto de hiperestimulación

digital.

7. Inteligencia aplicada y pensamiento lateral, preparando a los estudiantes para

resolver problemas complejos y adaptarse al cambio.


Beneficios para la institución educativa

La incorporación de este tipo de entrenamiento representa una innovación curricular con

alto impacto estratégico:

? Mejora comprobable del rendimiento académico general.

? Reducción de la dependencia de apoyo escolar externo.

? Mejor preparación para el ingreso universitario.

? Diferenciación clara frente a otras instituciones del mismo segmento.

? Mayor percepción de valor por parte de las familias.

La escuela deja de ofrecer solo contenidos y pasa a ofrecer capacidades duraderas,

que el alumno conservará toda su vida y que ninguna tecnología puede reemplazar.


Conclusión

La pregunta ya no es si la escuela debe incorporar el entrenamiento en habilidades blandas, sino cuándo y cómo hacerlo. En un contexto donde la inteligencia artificial redefine el valor del conocimiento, formar estudiantes que sepan aprender, pensar y comunicar es una responsabilidad pedagógica ineludible.

Las instituciones que comprendan este cambio a tiempo no solo mejorarán sus resultados académicos, sino que se posicionarán como verdaderos espacios de preparación para la vida universitaria, profesional y humana. Invertir en habilidades blandas no es un gasto adicional: es una decisión estratégica de futuro.


(*) Director de ILVEM. Mail de contacto horaciokell@ilvem.com o +5491180310301