
NO HAY PEOR INTENTO QUE EL QUE NO SE REALIZA
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Por Horacio Krell*
Desarrollar la capacidad de resolver problemas
Cada persona tiene la capacidad de resolver problemas, adaptarse a nuevas situaciones y anticiparse a lo desconocido. Para lograrlo, es necesario seguir tres pasos esenciales: comprender la situación, inventar una solución y actuar en consecuencia. Sin embargo, dos fuerzas opuestas en el cerebro pueden frenar este proceso: una conservadora, que busca ahorrar energía y evitar esfuerzos innecesarios, y otra progresista, que impulsa la innovación y la mejora constante.
Activar el pensamiento creativo, estratégico y crítico requiere una mente abierta y entrenada. Esto no ocurre de manera espontánea, sino que se desarrolla mediante métodos de aprendizaje y entrenamiento en la resolución de desafíos.
El cerebro trino y su evolución
El cerebro humano tiene tres componentes principales:
A diferencia de otras especies, el cerebro humano nace como una "página en blanco". Esta aparente debilidad es en realidad una ventaja: permite desarrollar habilidades superiores al instinto o la genética, como el lenguaje y el pensamiento abstracto.
Descubrir el genio interior
Todos poseemos talentos innatos que pueden potenciarse en el marco de las inteligencias múltiples. Los buenos observadores identifican desde la infancia los signos de una vocación o un propósito en la vida. Por ejemplo, los padres de Lionel Messi reconocieron su talento futbolístico y lo guiaron en esa dirección, en lugar de forzarlo a una profesión que no se ajustara a sus aptitudes.
No basta con descubrir una habilidad: es necesario complementarla con inteligencias emocionales, creativas, estratégicas, sociales y espirituales para generar un desarrollo integral y evitar bloqueos.
El cerebro como fábrica de ideas
La educación debe fomentar una "fábrica de ideas y relaciones productivas" combinando:
El cuerpo calloso, que conecta ambos hemisferios, es clave en este proceso. Sin una estimulación adecuada, uno de los hemisferios puede dominar sobre el otro, creando perfiles excesivamente lógicos y fríos o extremadamente soñadores e imprecisos.
La inteligencia de Einstein no se debía a un cerebro físicamente distinto, sino a su "software" mental: su capacidad para conectar sus hemisferios y generar ideas innovadoras.
Creatividad vs. automatismo
El pensamiento creativo surge cuando se rompen patrones automáticos y se permite la aparición de nuevas ideas. Las personas con iniciativa ensayan y aprenden del error, como la ostra que transforma un grano de arena en una perla. En cambio, la rutina y el automatismo limitan la capacidad de innovación y conexión con la realidad.
Heridas al narcisismo humano
La historia ha debilitado la visión egocéntrica del ser humano:
El poder de los sueños y la inspiración
Los sueños y la creatividad están íntimamente ligados. Salvador Dalí usaba un método para estimular su inspiración: se dormía con unas llaves en la mano y, al soltarlas al entrar en un estado de semiconsciencia, se despertaba con nuevas ideas. La creatividad surge cuando la mente se relaja y permite que el hemisferio derecho actúe.
Pensamiento lateral y educación
La educación tradicional reprime el pensamiento lateral, que es clave en la innovación. Steve Jobs afirmaba que sus ideas simplemente "le llegaban" y criticaba que las escuelas reprimen la creatividad infantil en lugar de fomentarla. Mantener una mente abierta implica aceptar ideas contrarias a nuestras creencias y desarrollar la capacidad de síntesis.
Trabajo en equipo y diversidad de talentos
Las personas tienen habilidades diferentes:
Un equipo exitoso requiere diversidad, combinando fortalezas individuales para lograr objetivos comunes. Adam Smith ya demostró que la especialización y el trabajo en equipo potencian la productividad.
La naturaleza del poder
El poder inteligente es la combinación de:
Las neuroimágenes permiten visualizar los efectos de distintos tipos de pensamiento en el cerebro. Potenciar nuestras capacidades implica entrenar la mente, desafiar nuestros límites y nunca dejar de intentar. Porque, al final, no hay peor intento que el que no se realiza.